INTRODUCCIÓN
Dada la importancia que el lenguaje y la enseñanza de la lengua tienen en el proceso de aprendizaje y en la vida cotidiana del ser humano, es preciso repensar la manera en la que se ha enseñado, si se le ha dado el lugar que merece, si se ha tenido en cuenta las implicaciones de una buena o mala enseñanza de ella si los métodos empleados son los más adecuados y responden a las necesidades y capacidades presentes en determinadas etapas. Entonces es necesario reflexionar sobre las prácticas de enseñanza de la lengua en la escuela, donde los contenidos enseñados deben ser contextualizados y pertinentes, de tal manera que se conviertan en aprendizajes significativos y funcionales y no simple acumulación de información.
Por ello es de mucha utilidad analizar la información suministrada por los documentos “Lenguaje: ¿qué y por qué?” de Keneth Goodman y “Didáctica de la Lengua: la emergencia de un campo científico específico” de Ana Camps, ya que estos proporcionan información valiosa para la comprensión de la trascendencia de la didáctica de la lengua y su impacto en el sector educativo.
Tesis 1: Lenguaje ¿qué y por qué?
Kenneth Goodman
El proceso de enseñanza-aprendizaje del lenguaje está determinado por diversos factores, tanto sociales como individuales, los cuáles señalan la forma como el individuo se comunica e interactúa con el mundo, dando paso a la aprehensión del concepto del lenguaje, como un proceso holístico, permeado de situaciones diferentes en contextos diferentes.
Tesis 2: Didáctica de la lengua: la emergencia de un campo científico específico
Anna Camps
La lengua ahora es concebida desde un campo más amplio, no como simple enseñanza de gramática y literatura, sino como un instrumento de desarrollo intelectual y como objeto de aprendizaje; por tal motivo, es necesario elaborar y profundizar una teoría de la acción didáctica y una metodología de investigación, que busque disciplinas que estén plenamente conectadas con la enseñanza de la lengua.
Argumentos:
La importancia del lenguaje radica en la función comunicativa que posee, pues es considerado como un dispositivo básico del aprendizaje, que le permite al individuo entablar un proceso comunicativo manifestando sus necesidades mediante la utilización de un código en común con el receptor, para así lograr de manera efectiva la comunicación con quienes interactúa socialmente.
Además, del desarrollo que tenga, depende en gran medida la forma en la que aprende el ser humano, por lo que necesita oportunidades para dar a conocer a otros lo que sabe, piensa y opina, de tal manera que complemente así su aprendizaje, interrelacionándose con los demás
“Nos servimos del lenguaje para reflexionar sobre nuestras propias experiencias y para expresárnoslas simbólicamente a nosotros mismos” (Goodman, 1986:1)
El lenguaje es el medio por el cual nos acercamos de manera significativa a nosotros mismos, por medio de nuestras experiencias personales, nuestras experiencias con el entorno y la sociedad con la que convivimos, para que de esta manera subyaga una reflexión frente a los diferentes comportamientos y actitudes que tenemos frente al mundo y frente al mismo lenguaje, preguntándonos y cuestionándonos por todo lo que sucede
Esto es, porque el lenguaje no debe tomarse como un proceso netamente personal, sino también social que debe incluir al otro como parte influyente en el aprendizaje de éste. Por tal motivo, el aprendizaje de la lengua en la escuela no debe ser descontextualizado del medio en el que se desarrolla el individuo, ya que los aprendizajes adquiridos no serían funcionales, auténticos y naturales, con relación a la realidad cotidiana.
Carol Edelsky dice “la escuela rompe el vínculo entre el lenguaje auténtico y los hechos naturales de habla y lectoescritura” (Goodman, 1986: 10). Esto es porque generalmente en la escuela se imparten conceptos descontextualizados, con los que no se tiene en cuenta el desarrollo natural del lenguaje en los niños; se enseña de las partes al todo y no del todo a las partes, valiéndose de palabras que carecen de sentido para ellos y que no tienen relación alguna con el mundo en el que él vive. Entonces los “nuevos conocimientos no tienen funcionalidad en el mundo en el que el niño se desenvuelve, por lo tanto el lenguaje debe ser aplicable al contexto real y vinculable a él.
Es por esto, que el lenguaje está en permanente cambio y adaptación, correspondiendo a las trasformaciones culturales y sociales que influyen de manera indiscutible al producir variaciones lingüísticas de generación a generación y de una región a otra.
De esta manera se puede afirmar, que el lenguaje en el hombre es una capacidad sumamente importante, que al crecer, debe ir desarrollando poco a poco, de acuerdo a todas las vivencias y perspectivas que posee frente al entorno en el que vive y la sociedad con la que convive, ya que al nacer posee los dispositivos neurológicos suficientes para el desarrollo de su lenguaje.
El lenguaje no se enseña, sino que se ayuda a aprender, puesto que no es tan sencillo, proporcionar unos parámetros establecidos para la enseñanza de una habilidad que se adquiere, en mayor medida, a través de la experimentación y la interacción del sujeto con el conocimiento de la lengua; lo que se hace mas bien, es facilitar las herramientas y medios, y orientar los procesos necesarios para que el individuo pueda desenvolverse en un espacio significativo de construcción de conocimiento donde se promueva la interculturalidad y la multiculturalidad.
El trabajo con la didáctica del lenguaje toma algunos aportes que propone el enfoque cognitivo, en donde se encuentra la base acerca de la forma más adecuada en que el alumno pueda apropiarse de los conocimientos; este enfoque privilegia el papel del estudiante en la educación como un ser autónomo que conoce sus propios procesos cognitivos y que no se limita sólo a adquirir conocimiento, sino que lo construye usando la experiencia previa para comprender y moldear el nuevo aprendizaje; el profesor en cambio, participa en la construcción, como un guía y orientador del proceso.
El lema de este enfoque es “aprender a aprender”, donde la interpretación y la comprensión personal tienen un lugar importante dentro del proceso enseñanza-aprendizaje.
Con esto, no se quiere decir que por medio de este enfoque se puedan explicar todos los fenómenos y los acontecimientos que se desarrollan frente al proceso pedagógico y didáctico del lenguaje.
Es así, como se puede evidenciar que son muchos los aspectos que intervienen en el lenguaje, y es por todo esto, que día a día va creciendo este mundo de experiencias comunicativas, en donde el sujeto se ve claramente sumergido, y del cual solo le queda aprender, experimentar e interactuar con el entorno y con el mismo conocimiento.
Conclusiones:
· El lenguaje le posibilita al ser humano compartir sus experiencias con quienes lo rodean, lo que permite que aprendan unos de otros.
· La forma en cómo se orienta la enseñanza del lenguaje sienta sus bases en la interacción entre las practicas pedagógicas y los procesos de aprendizaje
· El lenguaje permite representar los pensamientos, necesidades, sentimientos y emociones.
· Por medio del lenguaje es posible tener una visión del mundo y darle sentido a todo lo que en él pasa.
· El lenguaje nos permite reflexionar sobre nuestro propio aprendizaje y compartirlo con los demás.
· La lengua es considerada como objeto de aprendizaje en cuanto se evidencia como instrumento de conocimiento, de expresión y de comunicación, como construcción cultural y como metalenguaje.
· Todos tenemos la capacidad de desarrollar el lenguaje pero lo hacemos si surge la necesidad de hacerlo.
· El aprendizaje del lenguaje no se da por imitación, sino por la experimentación y las necesidades a las que cada individuo se ve enfrentado.
· El desarrollo cognitivo presente en el proceso comunicativo consta de tres fases: la percepción (consideración de aspectos particulares de la experiencia), la ideación (reflexión sobre al experiencia) y la exposición (expresión del conocimiento).
· El lenguaje cambia y se adapta de acuerdo a las transformaciones culturales y sociales que se desarrollan en la comunidad.
· El aprendizaje requiere que el individuo interactúa con los demás, ya que es un logro personal-social.
· Mientras el niño va desarrollando su lenguaje y su proceso comunicativo, no se le debe cohibir que cometa errores, ya que los aprendizajes más significativos los puede adquirir mediante estos, a través del encuentro con lo verdadero.
· La forma en cómo se desarrolla la capacidad del lenguaje en el hombre, es del todo a la parte, empleando en primer lugar enunciados completos con sentido, para luego ir desglosando todo lo que compone dicho enunciado, así como las experiencias que de esto se emana. El todo, en ningún momento se refiere al conjunto de las partes, aisladas cada una, sino a la complementación, que cada parte tiene para darle significado a ese todo.
· El lenguaje debe ser contextualizado, y no aislado de la realidad social a la que pertenece el individuo.
Bibliografía:
· GOODMAN, Keneth. El lenguaje integral, Méndez de Andés, Aique, 1986 (p:1-13)
· CAMPS, Ana. Infancia y Aprendizaje, 1993 (p:1-9)
No hay comentarios:
Publicar un comentario